Síntomas de un compresor defectuoso
Uno de los síntomas más comunes de un compresor de suspensión de aire defectuoso es la altura baja del vehículo en todo el eje. Cuando el compresor está defectuoso, puede no inflar los fuelles del resorte de forma adecuada o incluso no hacerlo en absoluto. Si el compresor ni siquiera arranca, también puede ser que el relé o el fusible estén defectuosos. Estos dos componentes deben ser revisados obligatoriamente antes de reemplazar el compresor.
Un relé defectuoso puede incluso requerir el reemplazo del compresor.
Cuando el relé queda atascado, se le llama "relé adherido". Esto provoca que el compresor funcione continuamente, lo que puede llevar a un sobrecalentamiento en poco tiempo y la pérdida de funcionalidad. Por lo tanto, siempre recomendamos cambiar el relé cuando se reemplace el compresor.
También se debe sospechar de un compresor de suspensión de aire defectuoso si se escuchan ruidos extraños mientras está en funcionamiento. Un clic fuerte, gemidos y/o ruidos de rozamiento son señales de que el compresor debe ser reemplazado lo antes posible.
En raras ocasiones, la unidad de control de la suspensión de aire es la verdadera causa de los malfuncionamientos o los mensajes de error. Esto a menudo solo puede ser verificado por talleres especializados.
También le recomendamos que consulte nuestro kit de bricolaje para localizar y reparar las fugas.